A lo largo de la historia siempre ha habido migraciones. Gentes que, por diferentes motivos, deciden cambiar el lugar de residencia y el entorno social que conocen. Por la gente que yo he conocido, se ve que el cambio se hace sólo porque se huye de una situación no muy agradable, porque el emigrante se ilusiona pensando que va a mejorar sustancialmente su situación económica o personal a través de una gran experiencia como un buen trabajo, una buena formación o el deseado amor verdadero.
Estas migraciones se han dado, como cuenta la historia, desde la existencia de la vida sobre la tierra. Son propias de todas las clases sociales y no hay país alguno que no las reciba o emita. La cultura que representamos todos nosotros es fruto de esa mezcla entre civilizaciones. Una sociedad sana es aquella permeable y abierta al paso de emigrantes, con una capacidad relativa de absorción, de empape.
Esa capacidad de absorción es extensiva a lo puramente funcional porque integrar no significa favorecer a la gente, simplemente prestar los mismos medios que requería España para el crecimiento económico que vivía. El estado español, está ahora re-estructurándose para acoger a tanta gente que ha venido de afuera, sin desvirtuar la calidad. Creo que no lo ha hecho mal en estos más de diez años que llevamos recibiendo extranjeros de forma masiva. El aluvión de gente ha obligado a la administración a mejorar sus procedimientos. Al que piense que por culpa de los inmigrantes son ahora peores que antes por favor haga memoria de los servicios públicos de hace diez años. Aún con todo, la mejora debe continuar y sobre todo la justicia. Es el momento de ponerse de acuerdo en ello, señores políticos. Si de paso algún héroe (tipo el que ha metido en el trullo a los de Coslada) se propone equilibrar el convenio laboral de los trabajadores públicos con los privados pues a lo mejor ya dejaremos atrás el africanismo y al paquete franco. Si se equilibra un poco más esto quizás no le quede ninguna excusa a quien pretende privatizar la salud o la educación. Y ya se me ha ido la olla del tema que planteaba. Vuelvo ya en el siguiente párrafo, me cachis.
Cerca de mí hay personas que vienen de otros lugares. También conozco gente próxima que ha decidido marcharse a otro país. Con los que vienen y con los que van, viaja mi espíritu. En los libros de los grandes aventureros he vivido grandes pasiones. Puede que algún día estas ganas y estos anhelos se hagan realidad. El salto, como ya he dicho, vendrá con alguna ilusión concreta. Mentando el dicho obrero: Si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería.
Adjunto un vídeo de The Cramberries, Ridiculous thoughts del album No need to Argue, posterior a To the Faithful Departed. La escuché en un bar gallego el pasado jueves, mientras el camarero filipino hacía play-back.
Estas migraciones se han dado, como cuenta la historia, desde la existencia de la vida sobre la tierra. Son propias de todas las clases sociales y no hay país alguno que no las reciba o emita. La cultura que representamos todos nosotros es fruto de esa mezcla entre civilizaciones. Una sociedad sana es aquella permeable y abierta al paso de emigrantes, con una capacidad relativa de absorción, de empape.
Esa capacidad de absorción es extensiva a lo puramente funcional porque integrar no significa favorecer a la gente, simplemente prestar los mismos medios que requería España para el crecimiento económico que vivía. El estado español, está ahora re-estructurándose para acoger a tanta gente que ha venido de afuera, sin desvirtuar la calidad. Creo que no lo ha hecho mal en estos más de diez años que llevamos recibiendo extranjeros de forma masiva. El aluvión de gente ha obligado a la administración a mejorar sus procedimientos. Al que piense que por culpa de los inmigrantes son ahora peores que antes por favor haga memoria de los servicios públicos de hace diez años. Aún con todo, la mejora debe continuar y sobre todo la justicia. Es el momento de ponerse de acuerdo en ello, señores políticos. Si de paso algún héroe (tipo el que ha metido en el trullo a los de Coslada) se propone equilibrar el convenio laboral de los trabajadores públicos con los privados pues a lo mejor ya dejaremos atrás el africanismo y al paquete franco. Si se equilibra un poco más esto quizás no le quede ninguna excusa a quien pretende privatizar la salud o la educación. Y ya se me ha ido la olla del tema que planteaba. Vuelvo ya en el siguiente párrafo, me cachis.
Cerca de mí hay personas que vienen de otros lugares. También conozco gente próxima que ha decidido marcharse a otro país. Con los que vienen y con los que van, viaja mi espíritu. En los libros de los grandes aventureros he vivido grandes pasiones. Puede que algún día estas ganas y estos anhelos se hagan realidad. El salto, como ya he dicho, vendrá con alguna ilusión concreta. Mentando el dicho obrero: Si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería.
Adjunto un vídeo de The Cramberries, Ridiculous thoughts del album No need to Argue, posterior a To the Faithful Departed. La escuché en un bar gallego el pasado jueves, mientras el camarero filipino hacía play-back.
5 comentarios:
Como nuestro heroe pretenda igualar a los trabajadores públicos en lo referente a la productividad, yo sé de más de un funcionario que se iba a liar a gorrazos con nuestro Eliot Coslada Ness + - , que se le iban a quitar las ganas.
¿ El señor de la imagen es Lord Byron ?
Un saludo
Cómo se llamará este héroe? Debe tener los huevos de considerable tamaño. Tiene gracia la gente que protesta ahora y pide explicaciones cuando por lo visto lo sabía todo el mundo desde hace veinte años...
La imagen la tomé de Google Imágenes, es un cuadro de un tal Caspar David Friedrich: Viajero junto al mar de nieblas, 1818
Otro saludo
Querido Juambo,
Terminando la digestión del bacalau me viene a la memoria que fueron los romanos los que con el concepto ciudadanía romana y "bárbaros" (bajo la jurisdicción del pretor peregrino, segmentaron a las personas en de aquí y de fuera de aquí, de primera clase y de segunda... listillos que tenían la escalvitud tan reglada como para no preocuparse (salvo Espartaco) de que los inmigrantes que accedían a la Roma Republicana fueran a causar otra perturbación que servir de objeto de chiki chiki a algún amo calentón... La historia se repite, pero ahora dicen que hay derchos humanos, etc... Paradojas o simplemente falacias?
Otrosí, si te sientes comprimido... tira un tabique... amplía y relaja, ja ja.
Saludos chopiteros!
don viernes, ya he configurado el router y puedo contestar a tu albriciado post.
con lo que me han costado los tabiques los cuido como oro en paño. cada taladro para poner un cuadro se lleva un material que cuesta a cientos de euro el kg. dejo los tabiques por ahora.
me mola el otrosí este que te has marcado propio de la sala, todo entogado.
un abrazo
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