Durante este tiempo no he fumado ningún cigarrillo. Le he dado alguna calada a elementos auxiliares cuando he podido. Esos elementos auxiliares han sido puros, porros y puritos. No era alarmante porque en mi esquema mental no constituían tabaco en sí. Así de sencillo. Era curioso que al principio, durante los primeros meses, al dar alguna de esas caladas y acostarme, soñaba con que volvía a fumar decididamente y me sentía muy triste por no haberlo logrado. La sensación en el sueño era muy real. Tanto que al despertar y darme cuenta de que se trataba de un sueño sentía una alegría tremenda.
Ninguno de esos elementos auxiliares me sienta bien. Los puros y puritos tienen para mí un sabor de mierda. Los porros generalmente me aislan e impiden mi comunicación. Algo por lo que lucho cuerpo a cuerpo cada día. Ahora, pasados dos años en los que ya no tengo que demostrar nada a nadie, en el momento en el que teóricamente no tengo adicción a la nicotina es cuando más fuerte me resulta la tentación de coger un cigarrillo y fumarlo. Especialmente por la noche. No porque tenga incorporado a mi rutina fumar con copas, no. Es porque hay un programa que alguien hizo en ms.dos en mi cerebro y en el cual se leía;
C:\Ansiedad_solver
C:\Ansiedad solver>RUN Tabaco.exe
El tabaco como mecanismo falso pero realmente insertado en la mente. El tabaco como solución a algo intrínseco al ser humano. El jodío tabaco como llave para la ansiedad. Cuando dicen que los humanos somos muy inteligentes porque sabemos hablar y no nos cagamos encima me pregunto si de verdad se analiza lo profundamente borrica que es nuestra naturaleza. Fumar no me sienta bien pero por alguna extraña razón me apetece fumar cuando veo a alguien y siento nerviosismo. Robot total.
Lo positivo que saco de esto es salir del caso en concreto y abrir el zoom. Hay más cosas que me joden y hago mecánicamente. Hay muchas cosas que puedo desprogramar. Con esfuerzo, sí, pero con recompensa. También hay otras a las que dedico mi más sonada alabanza de resignación. Descubrir debilidades es una parte de este blog. No sólo para detenerlas sino para, como dice mi gurú Amparo, darles carta de naturaleza.