lunes, 12 de noviembre de 2007

Los lunes son para descansar


Cuando llega el lunes, uno piensa que se merece un descanso. Todo el santo fin de semana con tanta actividad, estrés emocional, citas, bailes, cock-tails tremebundos, y en fin, qué quieren que les diga que ustedes ya no sepan.
Y sí señores, llega el lunes y nos merecemos un descanso. ¿Y qúe nos encontramos en la oficina? Gente desalmada que o bien no han encontrado el pinche tornillo adecuado en el Leroy Merlin o bien no ha sido bien follada.
Oigan, qué les puedo yo hacer para ayudarles. No tengo ni idea de bricolaje, no soy amigo de enemistarme con novios forzudos y tampoco, se lo repito enérgicamente, tampoco tengo un oído que pueda escuchar sin límite sus interminables lamentos y desgracias. Cómprese un coche nuevo o déjeme en paz!
Por mi parte, me esforzaré en acabar dignamente la jornada con la humildad que me caracteriza. Lucharé lo justo para que no me pisen en unos días. Utilizaré la competitividad mínima que hoy tengo en su mayor provecho, pero no me voy inventar de ninguna de las maneras un entusiasmo del todo etéreo e inútil para la humanidad. Hoy estamos los hombres de buena voluntad cansados, señoría. De acuerdo, quizás usted necesite esto, pero deme un minuto quiere! Ahoritita se lo hago todo, pero mireme bien que este dato es incorrecto y sin él, por mucho que yo quiera no puedo hacerlo. Haga el favor de revisar estos datos que un fallo así tiene consecuencias que usted ya sabe, ingeniero, que le voy yo a decir, irreparables para el proyecto.

Por lo demás, ya llega el martes, miralo allí. Ya sale el sol de la energía y en seguida comenzaremos a comerlo sin cuchillo ni tenedor. A la brava, a la siniestra. A la guerra, mi compañero de atasco, a por todas...

1 comentario:

santipita dijo...

los lunes lo que son es una putísima mierda