jueves, 31 de enero de 2008

Hablar solo


En estos momentos me encuentro hablando solo. El diálogo interior no cesa. Cuando camino por la calle, al vestirme por la mañana, en el parking instantes antes de coger el coche, al probar si el agua de la ducha está suficientemente caliente, al salir del vestuario del polideportivo. Rara vez cuando hablo con alguien aunque quizás a veces sí. Nunca mientras escucho a alguien a no ser que ese alguien sea un taladro humano y tenga que evadirme, entonces llega. Cuando pienso algo, al elaborar un programa de acción, no tengo capacidad de hablar pero casi siempre podría decir que soy un charlatán interior.

Creo que todo el mundo habla solo. Exceptuando quien habla con los demás todo el rato, creo que todo el mundo habla bastante solo. Quizás los que callan cosas, los tímidos, introvertidos, esquizoides, miedicas y demás friquis que poblamos la tierra hablemos más con nosotros que los extrovertidos, orgullosos, competitivos, cotillas o histéricos.

Me gusta mucho cuando de repente, me encuentro con otra persona desconocida, o mejor aún conocida, que se encuentra hablando sola y al abrir una puerta se encuentra conmigo y la pillo. Son muy buenas también las pilladas en los coches, en las paradas de los semáforos o en el tráfico. Dentro de estos actores a lo mejor también se encuentra la gente que canta mientras porta un ipod o un mp3, la que baila en el metro. Mundos interiores.

La pregunta del millón de dolares es si hablamos con alguna otra persona o no. Hablar con un ausente creo por experiencia propia que nos lleva a darnos cuenta de la añoranza de un ser querido. Cuando esa persona es alguien de trato frecuente, este diálogo fantasma me indica la impotencia en el trato a una persona a la que se le pueden decir las cosas de alguna manera más fácil y con consecuencias menos catastróficas de las que creo que pueden suceder.

Hable con ella. Una idea genial.

7 comentarios:

Viernes dijo...

Querido Juambo, a todos nos pasa...solo que sólo nos parece enfermizo el de enfrente y sobre todo si lo hace en voz alta... por lo demás que es una reflexión sino hablar sólo... Pero yo creo que no hablas sólo, hablas con el otro yo que hay en ti, el yo ideal, el alter ego, el pringao del te intentas reir o comparecer y que llevas dentro, el amigo interior que te da una palmada en el hobro, o incluso el que cotorrea para no tener que hablar consigo mismo temas más profundos. En cualquier caso, de verás se habla sólo, o hablan los solos que hay dentro del solo? En fin, me voy al bar a ver si encuentro a otro borracho que hable solo como yo y nos echamos unas parrafadas!! Cuidaté.

lalo k dijo...

Necesitamos enormes dosis de valentía para desnudarnos emocionalmente delante de nuestros semejantes.

No se hable más
(a usted mismo)
y...
'Hable con ella'.
(sea quién sea ella)
Una idea genial, sí...

Juambo dijo...

Menos mal viernes que alguien suscribe el reconocimiento de la locura. Me alegra mucho leerte. El yo al que hablas parece buena gente.

Lalo k, tomo tu consejo. Lo llevo siempre. Cuesta más a veces que escribir así, impúdicamente. El blog, al fin y al cabo es distante, inocente, no compromete. De cualquier forma en eso estamos, espero que tú también.

claxontre dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
claxontre dijo...

¿no querías que escribiera? pos toma dos por el mismo precio

claxontre dijo...

el único inconveniente que le he encontrado al compañero de soledades es que suele estar de acuerdo conmigo en todo lo que le comento, y esto a la larga me hace más difícil entenderme con la gente de fuera, por lo que paulatinamente me voy obligando a dirigirle menos la palabra... lo que no le quita méritos por la compañía que hace tan a domicilio, porque ¡hay que ver lo solo que se puede llegar a estar entre tanto semejante!

Juambo dijo...

claxontre: mientras tengas intención de compartir vale a mi juicio. estar solo pienso ahora que es no querer compartir. me mola mucho que entres al blog. me molaría más que escribieras tú uno para leerte detenidamente pero si no ya sabes que me encantan los apuntes desinteresados de los tíos. de las tias me encantan también los interesados.